domingo, 3 de octubre de 2010

Jueves 21 de Octubre. De Shanghai a Beijing.

Hoy nos despertamos a las 5:30, sin haber descansado mucho, y el chico vino a recogernos a la hora acordada. La verdad es que  en todo lo que acordamos fue legal, y nos llevó como prometió a la estación de trenes.
Llegamos y el primer problema fue pasar el control de seguridad de la estación de trenes con dos cuchillos en la maleta... Era para ver la cara de la chinita, que nos decía asustada que si llevábamos 2 cuchillos en la maleta...
-Pues sí, maja, son nuestros.
Y ella que no, que no podiamos viajar con eso.
Joder!!!
Así que Txumi, diccionario de chino en mano, le indica que él es cocinero, y que son para trabajar... que no tenemos intención de trocear a ningún chinito...
Le dice algo a otro poli, y asiente con la cabeza.
Bien! Lo conseguimos... Ya podemos trocear a unos cuantos... que total, siendo tantos, no se va a notar, jejejeje
Bueno, pues una vez pasado el control de seguridad, nos vamos a buscar algo para desayunar, que estamos hambrientos, con lo poquito que cenamos ayer... y, ¡oh, sorpresa! No hay abierto nada más que un McDonal's... Mekagüentó!
Desayunamos hamburguesa que sabe a chino, y como pica la jodía, tortitas de patata y café. Y además, hacemos acopio de burgers, que con todas las horas que nos quedan por delante, nos van a venir bien...
Vamos atambien a sacar unos cuantos refrescos, y alli vemos a un pobre hombre, de pueblo, que no sabía como sacar de la maquina de vending. Le pide ayuda a un compatriota... y tocate los webs... le ignora de mala manera!!!!! El obre hombre se queda que no sabe que hacer... y allá que vamos nosotros y le sacamos su té helado... Pobrecillo! Nos miraba como alucinado. Le debia parecer fuerte que supieramos sacar aquello sin hablar chino :) Nos preguntó algo, pero nosotros le dijimos que no entendiamos y "Xībānyá", que significa España, para que supiera un poco que no veníamos de Marte, jajajaja. Se quedó alucinado, pobrecillo, más majo él.
Cuando llega la hora de subir al tren, empieza el caos... porque empiezan a colarse, te dan codazos, escupen a tu lado... Vaya, un asco!  Pero nosotros, haciendo barrera con nuestro equipaje, conseguimos entrar los primeros al vagón y apropiarnos de una de las esquinitas, con su mesita, su perchero,  y sitio para poner el equipaje y tenerlo controlado. Nos lo pusimos a modo de banco y allí estábamos dispuestos a pasar de la mejor forma posible, las 11 horas de viaje.
Pero cuando el tren arranca, nos damos cuenta de que hay un montón de asientos libres... así que optamos por sentarnos hasta que alguien nos reclamase el asiento, jiji.
Así nos pasamos casi 5 horas!!!! Así que fue un lujazo. Sacamos el compu y escribíamos las entradas para el blog, aunque luego no podíamos publicarlas, jajajaja
Entre picoteo, paseito al baño, paseito al bar, picoteo de nuevo, jugar con el iPhone, escribir en el compu, sopa con fideos... nos pasamos el viaje casi sin darnos cuenta, incluso las casi 6 horas que tuvimos que pasar en nuestro txokito...
De repente, cuando quedaban como 2 horas para llegar, uno de los chicos que iba delante nuestro, se dirige a nosotros, en un inglés más que correcto. Así que esas dos ultimas horas se nos pasaron volando, venga charlar de Oriente y Occidente con nuestro amigo Dong, que así se llama. Un tio muy majo, y muy formado: es ingeniero informatico y arquitecto... y trabaja en Beijing haciendo juegos para el iPhone, qué gracia! Nos dijo que nos mandaria alguno, jejejeje.
Nos dimos los mails con el fin de mantenernos en contacto... nuestra conexion china :)
Y nada, al salir de la estacion, las instrucciones eran muy claras. Tenáimos que coger el metro, hacer un par de cambios de línea y a 5 minutos de la estación estaría el hostal, el Peking Yard.
Ningún problema para encontrarlo. Realmente esta muy cerca del metro.
Hicimos el check in, y nada mas entrar nos volvimos a encontrar con Elisabeth, la americana de Boston con la que coincidimos en Shanghai :)
La habitacion era compartida. 6 camas y baño privado, aunque el espacio era bastante escaso para dejar mochilas y demás.
Como era bastante tarde, cerca de las 10 de la noche, simplemente bajamos a cenar al hostal después de ducharnos, charlamos con algunos de los viajeros que andaban por alli tomando algo, y nos fuimosa dormir.
La verdad es que perder el avion fue una faena... pero de no ser así, nunca habríamos conocido a Dong :)
Todo pasa por algo, verdad?
Nuestro txoko en el tren

Nuestro amigo He Dong Xu


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